Palacio de Linderhof
En el valle de Graswang, muy cerca de Ettal y Oberammergau y a unos 100 Km de Múnich, el Palacio de Linderhof es uno de los «castillos del Rey Loco».
El Rey Ludwig II de Baviera mandó construir este pequeño palacio, el único de los proyectos que el Rey Ludwig II de Baviera pudo terminar y que incluso habitó durante ocho años. Rodeado de naturaleza y clara influencia francesa, el Palacio Linderhof mezcla la sutileza del rococó con el horror vacui del barroco más grandilocuente.
Dentro del Palacio, visitaremos entre otras estancias, su habitación, la sala más grande del Palacio iluminada por una gran araña de cristal de 108 velas y el comedor, lugar en el que comía en completa soledad. Otra de las estancias destacadas es el Salón de los Espejos con dos chimeneas adornadas con piedras preciosas y una alfombra de pluma de avestruz.
Sin embargo, uno de los elementos más curiosos de Linderhof es la Gruta de Venus, una gruta artificial que el Rey Ludwig II de Baviera mandó construir inspirada en la ópera «Tannhäuser» de Richard Wagner, de quien el monarca fue un gran admirador.
Con un gran jardín de estilo francés versallesco presidiendo la fachada principal y las fuentes que, cada media hora, ofrecen un espectáculo de agua, hacen de este majestuoso jardín un lugar inolvidable.